Tamaños de habitación distintos, luz distinta, un solo alquiler. Cuando las habitaciones no son iguales, dividir 50/50 (o 33/33/33) puede ir generando tensión. La buena noticia: no necesitas matemáticas complejas ni largos debates. Unos pocos experimentos rápidos y una plantilla sencilla bastan para poner precio a las “ventajas” de cada habitación y llegar a cifras con las que todos puedan vivir.
Esta guía se ciñe a pasos ligeros y repetibles—para que puedas fijar un reparto justo ahora y ajustarlo en cinco minutos si algo cambia.
Cómo se ve lo “justo”
- Transparente: todo el mundo entiende cómo se hicieron los números.
- Proporcional: las habitaciones más grandes/mejores cuestan más; las más pequeñas/ruidosas cuestan menos.
- Repetible: el mismo método daría el mismo resultado la próxima vez.
Justo no significa perfecto. Significa “claro y suficientemente bueno” para que puedas seguir con tu semana.
Mini‑experimentos rápidos
Prueba uno o dos para ver qué os parece adecuado para vuestro piso:
- Recorrido de 10 minutos por las habitaciones: Recorran juntos cada habitación. Digan en voz alta las diferencias obvias: tamaño, luz de las ventanas, ruido, almacenamiento, privacidad, extras (balcón, baño en suite). Están construyendo una lista compartida de ventajas y pros y contras.
- Comprobación de dos números: Cada persona escribe dos números en un papel:
- El alquiler más alto que pagaría por la mejor habitación.
- El alquiler más bajo que aceptaría por la habitación más pequeña. Comparen los rangos. Si se superponen, están cerca.
- Reparto simulado: Durante una semana, finjan que están pagando un reparto provisional. Observen las reacciones. If alguien sigue pensando “esto no se siente bien”, ajusten antes de hacerlo real.
Tres maneras prácticas de repartir
Elige una. Mantenlo sencillo.
- Puntuación ponderada de habitaciones (rápida y justa): Puntúa cada habitación en algunos factores (tamaño, luz, ventajas, ruido). Puntuación más alta = mayor parte del alquiler. Encontrarás una plantilla lista para usar más abajo.
- Reparto igualitario + modificadores por habitación (ultra rápido): Parte de cuotas iguales y añade pequeños ajustes acordados por ventajas. Ejemplo: +€30 por balcón, +€50 por baño en suite, −€40 por muy pequeña/oscura. Asegúrate de que los modificadores sumen cero entre todas las habitaciones.
- Subasta con puntos de juego (buena para competencia reñida): Cada persona recibe 100 puntos para “pujar” por las habitaciones en privado. La puja más alta gana cada habitación. Convierte las pujas ganadoras en porcentajes del “valor total de las habitaciones” y aplícalos al alquiler total. Mantén el buen rollo: puntos, no euros.
Si no podéis decidir, empieza con la puntuación ponderada de habitaciones. Es clara, ajustable y fácil de actualizar después.
Plantilla ligera de puntuación de habitaciones
Úsala una vez y reutilízala siempre que cambien las habitaciones o el alquiler. Solo necesitas un papel—o notas en tu móvil.
Paso 1: Enumera las habitaciones
- R1: Habitación más grande (ejemplo)
- R2: Habitación mediana
- R3: Habitación pequeña
Paso 2: Elige factores (mantén 3–5)
- Tamaño (área o “pequeña/mediana/grande”)
- Luz/aire (sol, ventana, ventilación)
- Ruido/privacidad (calle, pasillo, proximidad al baño)
- Extras (balcón, baño en suite, armario empotrado)
- Forma/utilidad (¿cabe escritorio?, ¿ángulos raros?)
Paso 3: Define una escala simple
- Usa 0–5 por factor para cada habitación (0 = peor, 5 = mejor).
- Acordadlo una vez. No le des demasiadas vueltas: busca “suficientemente cerca”.
Paso 4: Puntúa cada habitación (ejemplo)
- R1 (más grande): Tamaño 5, Luz 4, Ruido 3, Extras 2 → Total 14
- R2 (mediana): Tamaño 3, Luz 3, Ruido 4, Extras 0 → Total 10
- R3 (pequeña): Tamaño 2, Luz 2, Ruido 3, Extras 0 → Total 7
Paso 5: Convierte las puntuaciones en cuotas
- Suma los totales: 14 + 10 + 7 = 31
- Cuota de la habitación = Total de la habitación / 31
- R1 = 14/31 ≈ 45.2%
- R2 = 10/31 ≈ 32.3%
- R3 = 7/31 ≈ 22.6%
Paso 6: Aplícalo al alquiler (ejemplo)
- Alquiler total €1,500:
- R1 ≈ €678
- R2 ≈ €485
- R3 ≈ €338
- Comprueba la sensación. Si un número se siente ligeramente fuera, haz un pequeño ajuste único (±€10–€20) y déjalo fijo.
Paso 7: Comprobaciones de coherencia
- Comprobación de brecha: Si la habitación más pequeña sigue pareciendo cara, confirma las puntuaciones—¿ponderaste el ruido/privacidad de forma justa?
- Comprobación gana‑gana: ¿Alguien está pagando por una ventaja que nunca usa? Considera un pequeño modificador (p. ej., balcón +€20 para quien lo use en meses de verano) si ayuda a la aceptación.
Eso es todo. Has puesto precio a las habitaciones según el valor que realmente aportan.
¿Qué pasa con los suministros y lo compartido?
- Suministros: Si el consumo es similar, dividid a partes iguales. Si una habitación tiene calefacción eléctrica o un equipo que consume mucho que los demás no usan, añade un modificador pequeño y consistente en los meses fríos. Mantenlo predecible.
- Internet: Por lo general, igualitario. Es un beneficio del hogar, no una ventaja de la habitación.
- Artículos compartidos (limpieza, detergentes, compras a granel): Decidid “sí compartimos” o “no, compra cada uno lo suyo”. Si es sí, usad un bote común y liquidad mensualmente.
- Meses parciales: ¿Te mudas a mitad de mes? Usa una tarifa diaria simple: alquiler mensual / días del mes = precio diario. Paga solo por los días que estés.
Cerrarlo sin fricciones
- Déjalo por escrito: Guarda las cifras finales y el método (“Puntuación de habitaciones, escala 0–5, factores: tamaño/luz/ruido/extras”). Esto hace que los cambios futuros sean rápidos y sin drama.
- Hazlo recurrente: Configura el alquiler como pago recurrente por persona para que nadie tenga que recordar las cuentas cada mes.
- Seguimiento compartido ligero: Si ya registráis gastos del hogar en algún sitio, un registro compartido sencillo como Monee os ayuda a anotar el alquiler recurrente y ver la foto mensual sin hojas de cálculo ni anuncios. Es respetuoso con la privacidad y funciona en varios dispositivos, así todos se mantienen alineados en el tiempo.
No hace falta un sistema complicado. Basta con que el acuerdo sea visible y automático.
Obstáculos comunes y soluciones fáciles
- “No estamos de acuerdo con las puntuaciones.” Haced una votación ciega: cada persona puntúa en privado y luego promediad los números de cada habitación. Usad los totales promedio.
- “Una habitación cambió (nuevo escritorio, nuevo armario, nuevo sellado de ventana).” Vuelve a puntuar solo el factor afectado para esa habitación, no toda la plantilla. Ajusta a partir del mes siguiente.
- “Los ingresos difieren mucho.” La justicia trata de las habitaciones, no de los sueldos—pero la gente importa. Si hace falta, haz un reparto en dos capas: primero pon precio a las habitaciones y luego, opcionalmente, añade un pequeño ajuste solidario consensuado. Mantenlo transparente y acotado.
- “Viajo mucho, ¿puedo pagar menos?” Por equidad opcional: si alguien está fuera más de la mitad del mes, un pequeño descuento temporal en los suministros (no en el alquiler) puede ser un gesto amable. Acordad una regla fija de antemano.
- “Estamos atascados.” Lanzad una moneda para elegir entre dos opciones aceptables, o tomad una pausa de 24 horas. Es mejor que forzar una decisión en un momento tenso.
Un ejemplo rápido (juntándolo todo)
Tres habitaciones, €1,500 en total. Usáis la plantilla y obtenéis totales 14, 10 y 7. Cuotas: 45.2%, 32.3%, 22.6%. Eso es aproximadamente €678, €485 y €338. Redondeáis al €5 más cercano y anotáis: “Método: Puntuación de habitaciones; factores: tamaño/luz/ruido/extras; escala 0–5.” Añadís suministros iguales y acordáis revisar en tres meses o si cambia alguna habitación. Hecho en menos de 30 minutos.
Manténlo ligero
- Trabaja con lo que tienes. Usa puntuaciones rápidas, no mediciones al milímetro.
- Apunta a la claridad, no a la culpa. Compras paz y claridad, no perfección.
- Repite lo que funciona. Una vez que tengas un método, reutilízalo con nuevos compañeros de piso o intercambios de habitación.
Un reparto justo consiste sobre todo en hacer visibles las diferencias y acordarlas. Haz eso y los números seguirán—no se requieren hojas de cálculo.