Un libro de precios del supermercado es una lista pequeña que registra lo que realmente pagas por tus artículos más comprados, en una unidad coherente (por 100 g, por pieza, por litro). Toma unos 20 minutos configurarlo y sigue dando frutos con compras más tranquilas y baratas. No necesitas hojas de cálculo: usa tu app de notas, media hoja de papel o lo que ya lleves encima.
Por qué funciona:
- Elimina las conjeturas: sabrás cuál es un “buen precio” para tus básicos.
- Reduce la fatiga de elección: elegirás por defecto la tienda más barata para artículos concretos.
- Protege tus comidas: cuando suben los precios, tendrás sustituciones rápidas a mano.
Sin culpas, solo conciencia. Empieza simple, repite después.
¿Qué cuenta como un “libro de precios”?
- Una lista corta (10–20 artículos) que compras a menudo.
- Cada artículo tiene una unidad coherente, uno o dos precios por tienda y una regla de mejor precio.
- Lo actualizas de forma casual cuando obtienes un recibo nuevo o detectas un cambio.
Eso es todo. Mantenlo pequeño a propósito.
Configuración de 20 minutos (una sola vez)
- Elige tu formato (2 minutos)
- Papel: una tarjeta de índice doblada que guardas en la cartera.
- App de notas: una nota fijada o tabla simple.
- Herramienta que ya usas: si registras gastos en Monee, guarda los precios como notas breves en tus apuntes de compras del súper para que todo viva en un solo lugar. Sin malabarismos con apps extra.
- Elige tus artículos base (5 minutos)
- Enumera 12–15 cosas que compras a menudo, no todas las posibilidades.
- Busca anclas que construyan comidas: pasta/arroz, huevos, tomates, cebollas, aceite de cocina, yogur, pan, verdura congelada, alubias/lentejas, pollo o tofu, plátanos/manzanas, avena, café/té, passata de tomate, queso.
- Añade dos “caprichos que de verdad compras” (p. ej., chocolate, patatas fritas). La vida real importa.
- Establece una unidad coherente para cada uno (5 minutos)
- Ejemplos: pasta por 500 g, arroz por 1 kg, huevos por pieza, leche por litro, manzanas por kg, yogur por 500 g, café por 250 g.
- La coherencia supera a la perfección: elige una y respétala.
- Rellena precios de la realidad, no de la memoria (8 minutos)
- Abre tus 1–2 últimos recibos (la galería del móvil sirve) o un pedido reciente a domicilio.
- Anota un precio de tu tienda más cercana y otro de tu segunda opción (p. ej., cadena de descuento vs. tienda de barrio).
- No persigas todas las marcas. Usa la que sueles comprar o una marca de la tienda como base.
- Opcional: añade una regla rápida de “suficientemente bueno” (“<= €1 por 500 g de pasta”).
Listo. Ahora tienes una referencia ligera que te evita quedarte congelado en el pasillo cinco.
La plantilla
Copia esta tabla en tu nota o imprímela. Usa “Tienda A” para tu parada habitual y “Tienda B” para un respaldo o una opción de descuento. Añade uno o dos ejemplos si ayuda y luego sustitúyelos por los tuyos.
Artículo | Unidad | Tienda A € | Tienda B € | Mejor (A/B) | Notas / Umbral |
---|---|---|---|---|---|
Pasta | 500 g | 0.89 | 0.79 | B | Objetivo ≤ €1/500g |
Huevos | 1 ud | 0.35 | 0.29 | B | Camperos cuando ≤ €0.30/ud |
Arroz | 1 kg | ||||
Tomates | 1 kg | ||||
Cebollas | 1 kg | ||||
Leche | 1 L | ||||
Yogur | 500 g | ||||
Pan | 1 barra | ||||
Verdura congelada | 750 g | ||||
Alubias/Lentejas | 400 g | ||||
Pollo/Tofu | 1 kg | ||||
Plátanos | 1 kg | ||||
Avena | 1 kg | ||||
Café/Té | 250 g | ||||
Passata | 700 g | ||||
Queso | 200 g | ||||
Capricho 1 | — | ||||
Capricho 2 | — |
Consejos:
- Si las etiquetas de estantería de tu tienda muestran el precio por unidad, anótalo directamente (p. ej., “€1.58/kg”).
- Si no, conviértelo una vez. Después, solo copiarás números.
Microexperimentos (prueba cuando quieras)
- Sprint de dos recibos (3 minutos): Después de tu próxima compra, apunta precios de 5 artículos del recibo de hoy y 5 de la semana pasada. Son 10 líneas y listo.
- Tienda vs. tienda (5 minutos): Elige 5 básicos. Compruébalos en tu tienda de descuento y en tu tienda de conveniencia más cercana. Marca la columna “Mejor”. Ya tienes una ruta por defecto.
- Prueba de sustitución (5 minutos): Elige un básico (p. ej., yogur). Prueba el tamaño por unidad o la marca más barata durante una semana. Si el sabor convence, quédate con ella. Si no, vuelve atrás—sin culpa.
- Fija umbrales (2 minutos): Establece 3 límites de “suficientemente bueno” (p. ej., pasta ≤ €1/500g, huevos ≤ €0.30/ud, plátanos ≤ €1.50/kg). Si el precio supera tu límite, elige el respaldo (p. ej., avena + fruta en lugar de un cereal más caro).
- Giro a final de semana (2 minutos): Cuando notes que el presupuesto se estira, cambia a una comida de despensa de tu lista (pasta con tomate, arroz + alubias, tortilla de verduras). La fatiga de decisión cae rápido.
Reglas inteligentes (para no sobrepensar)
- Compra a granel solo artículos de “uso semanal” que termines con fiabilidad y para los que tengas espacio. ¿Pasta a granel? Bien. ¿Ensalada a granel? Probablemente no.
- Prefiere el precio por unidad frente al ruido de las promos. “2 por €3” no significa nada si el precio por unidad es peor.
- Las sustituciones de temporada ganan. Si los tomates se disparan, cambia a passata para salsas y deja los frescos solo para cortar.
- Fija un “predeterminado” en cada tienda. P. ej., Tienda A para fruta/verdura, Tienda B para secos. Ahorra tiempo y reduce las vueltas tentadoras.
- Mantén una lista de “bueno, mejor, excelente”: Bueno (marca de la tienda), Mejor (media), Excelente (favorita). Muévete entre ellas según los precios semanales.
Mantenlo pequeño, mantenlo honesto
- Registra 15 artículos, no 50. Lo usarás más.
- Actualiza solo cuando compres o revises un recibo—sin sesiones especiales.
- Si estás cansado, captura precios de solo 3 artículos. Las pequeñas victorias cuentan.
- Si saltas una semana, no pasa nada. Tus umbrales siguen guiándote.
Opcional: una capa digital mínima
Si ya registras gastos en Monee, tu libro de precios puede apoyarse sin trabajo extra:
- Usa tu categoría existente de Supermercado y añade una nota corta con el nombre de la tienda y la unidad (p. ej., “pasta 500 g – Lidl”).
- A fin de mes, el resumen te ayuda a ver si los básicos o los “snacks/caprichos” impulsan el total. Ajusta tus umbrales o sustituciones en consecuencia.
Eso es todo—sin configuraciones profundas, sin tutoriales.
Haz que alimente tus comidas
Un libro de precios es más útil cuando protege cenas reales. Prueba este emparejamiento rápido:
- Lista tres comidas baratas y repetibles que te gusten (p. ej., pasta con tomate, arroz + alubias + verdura congelada, tortilla de verduras + pan).
- Verifica que tu libro de precios cubre sus ingredientes clave con umbrales razonables.
- Si un ingrediente es consistentemente caro, anota una sustitución (p. ej., cheddar → gouda, brócoli → verdura congelada mixta).
Cuando tu semana se complique (o el presupuesto se sienta ajustado), podrás pivotar a esto sin replanificar.
Preguntas rápidas (edición vida estudiantil)
- ¿Necesito detalle marca por marca? No. Empieza con la marca de la tienda que sueles comprar. Añade una segunda marca solo si la compras a menudo.
- ¿Y si los precios cambian constantemente? Ese es el punto: detectarás rangos y fijarás límites de “suficientemente bueno”. No necesitas precisión perfecta.
- ¿Puedo registrar costes por comida? Si quieres. Multiplica costes por unidad por lo que uses. Incluso un número aproximado muestra qué comidas rinden mejor la semana.
- ¿Con qué frecuencia actualizo? Cuando notes un cambio o te apetezca. Mensual es más que suficiente para la mayoría.
Cierre
Un libro de precios del súper es un hábito de 20 minutos con una gran recompensa: menos sorpresas en caja, compras más rápidas y comidas de referencia que siempre encajan. Mantenlo pequeño, fiel a lo que realmente compras, y deja que tus umbrales hagan el trabajo silencioso. Toma dos recibos, rellena 10 líneas y disfruta la sensación de tener el control sin convertir tu vida en una hoja de cálculo.