Cuando el presupuesto es ajustado y las clases se acumulan, cocinar puede sentirse como una decisión más para la que no tienes espacio. Una rotación de 10‑comidas soluciona eso. Elige diez cenas sencillas y repetibles que realmente te gusten, ten los ingredientes a mano y ponlas en bucle. Menos decisiones, listas de la compra más ligeras, menos desperdicio y una cocina más tranquila.
Esto no va de un meal prep perfecto ni de horarios estrictos. Se trata de un sistema ligero que puedes empezar hoy y ajustar sobre la marcha.
Por qué funciona una rotación de 10‑comidas
- Reduce decisiones: eliges una vez y luego repites.
- Compra predecible: los mismos básicos = compras más fáciles y baratas.
- Menos desperdicio: usas lo que compras, rápido.
- Flexible: cambia una comida cuando te aburras; mantén el resto.
- Consciente del tiempo: elige comidas que se ajusten a tu energía real en días ocupados.
Mini‑experimentos que puedes probar en cualquier momento
- Revisión de estante de cinco artículos: colócate frente a tu despensa/mininevera y enumera cinco ingredientes que siempre se te acaban. Añádelos a tu lista predeterminada. Repite la próxima semana.
- Comprobación de precio de dos básicos: anota el precio de dos básicos en tu tienda habitual (p. ej., legumbres, pasta). Recuerda el “buen precio” y compra extra cuando baje.
- Semana de un solo recipiente: durante siete días, cocina solo comidas de una sartén o una olla. Observa cuáles realmente te apetecen. Añade dos a tu rotación.
- Cena de despensa primero: una vez esta semana, arma la cena usando lo que ya esté abierto. Combina un carbohidrato + verdura enlatada + proteína + salsa. Toma 12 minutos como máximo.
- Cocina una vez, come dos: cocina el doble de arroz o asa verduras el primer día. Usa las sobras como base para el bol rápido del segundo día.
- Intercambio entre compañeros: en pisos compartidos, cada persona se adjudica una comida de la rotación que pueda cocinar sin receta. Rota las tareas.
Plantilla de rotación de 10‑comidas (una página) Úsala para construir tu propio conjunto. Tenla en el móvil o pégala dentro de un armario.
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La estructura (elige uno por línea, intercambia libremente):
- Base: arroz, pasta, cuscús, tortillas, pan, patatas
- Verdura: cebollas, guisantes congelados, zanahorias, espinacas, pimientos, tomates en lata
- Proteína: huevos, garbanzos, alubias, tofu, lentejas, pollo/muslos, pescado económico
- Salsa: tomate, yogur‑ajo, soja‑sésamo, pesto, pasta de curry, mantequilla de cacahuete + soja
- Acabado: queso, hierbas, cebolleta, aceite con chile, semillas, limón
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Las diez cenas (conjunto de ejemplo; sustitúyelas por tus favoritas):
- Pasta con tomate y ajo + espinacas + queso
- Lentejas al curry sobre arroz + yogur
- Patatas y zanahorias al horno en bandeja + pollo/muslos + yogur de hierbas
- Arroz salteado con verdura congelada + huevo + soja‑sésamo
- Guiso de garbanzos y tomate + pan
- Wraps de tortilla: alubias + verdura asada + yogur‑ajo
- Cuscús con pesto + guisantes + feta (o tofu)
- Huevos estilo shakshuka en tomate + tostadas
- Fideos con mantequilla de cacahuete + pepino + aceite con chile
- Sándwiches de ensalada de atún (o alubia blanca) + bastones de zanahoria
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Lista de la compra predeterminada:
- Carbohidratos: pasta, arroz, patatas, cuscús, tortillas, pan
- Conservas/tarro: tomate troceado, garbanzos, alubias, atún, pesto, leche de coco (opcional)
- Verdura fresca/congelada: cebollas, ajo, zanahorias, pimientos, espinacas o guisantes (congelados), pepino, limones
- Proteínas: huevos, tofu o pollo, feta o queso económico
- Sabor: pasta/polvo de curry, salsa de soja, mantequilla de cacahuete, copos/aceite de chile, yogur
- Despensa: aceite, sal, pimienta, azúcar, vinagre
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Ritmo semanal (úsalo como guía, no como regla):
- 2 x una olla/sartén (currys, guisos)
- 2 x pasta/fideos
- 2 x cuencos de arroz/salteados
- 2 x wraps/sándwiches
- 1 x bandeja/horno
- 1 x comodín o remix de sobras
Cómo construir tus 10
- Nombra tus limitaciones. Sé honesto. Si tienes 20 minutos máximo entre semana, omite las recetas que requieran marinar o picados minúsculos.
- Elige métodos de cocción que te gusten. Una olla/sartén, bandeja al horno, salteado, sándwiches. Limita la lista a tres métodos para ir más rápido.
- Elige diez comidas que puedas cocinar al 80% sin receta. Suficientemente bueno supera a lo sofisticado. Si no se te ocurren diez, empieza con cinco y más adelante duplica hasta llegar a diez.
- Define tu lista de la compra predeterminada (usa la plantilla de arriba). Esto se convierte en tu lista de “si queda poco, comprar siempre”.
- Mantén dos “huecos de intercambio”. Si te aburres, cambia solo esos dos mientras los otros ocho mantienen la rutina estable.
- Haz lote de la base. Cocina arroz extra, asa verdura extra o hierve pasta extra una vez por semana para que dos comidas se conviertan en montajes de 10 minutos.
Notas de presupuesto que realmente ayudan
- Pon un tope simple. Si te ayuda, prueba un objetivo semanal flexible (p. ej., 25–35 € por persona). Si te estresa, omite las cantidades y cíñete a la lista predeterminada.
- Compra según tu lista + un capricho. Permite un artículo “divertido” en la cesta para evitar espirales de impulsos. Mantiene la moral alta sin romper el presupuesto.
- Marca blanca por defecto. Deja las marcas para los 2–3 artículos en los que realmente notas diferencia.
- Truco de memoria de porciones. Para la pasta, anota una vez tu puñado seco ideal por persona; repítelo sin tazas medidoras.
- Compra versátil, no de nicho. El pesto va con pasta, sándwiches y cuencos. Un tarro da para más de una cena.
- Noche atrapa‑desperdicio. Usa la comida #10 de la rotación para las sobras: arroz frito, sopa o wraps con lo que quede.
Planificación ultraligera en pisos compartidos
- Publica la rotación. Pega la lista de diez comidas en la nevera con nombres junto a 2–3 comidas “asumibles” por persona.
- Bote de básicos compartido. Todos aportan para arroz, aceite, cebollas, tomates en lata. Controla la equidad con cualquier herramienta sencilla.
- Calendario pequeño, gran alivio. Marca dos tardes ocupadas (deporte, clases tardías) y asigna allí las comidas más rápidas.
Consejo de herramienta para mayor claridad
- Si ya registras gastos, una app ligera como Monee facilita ver tu total mensual de la compra y detectar aumentos de costes sin categorías engorrosas ni anuncios. También es rápida para hogares compartidos.
Sustituciones rápidas que mantienen los costes estables
- Proteína: intercambia pollo ↔ tofu ↔ huevos ↔ alubias
- Verdura: intercambia pimiento ↔ zanahorias ↔ mezcla congelada
- Salsa: intercambia tomate ↔ yogur‑ajo ↔ soja‑sésamo ↔ cacahuete
- Carbohidrato: intercambia pasta ↔ arroz ↔ cuscús ↔ pan/tortilla Estos cambios te permiten comprar lo que esté en oferta sin romper la rotación.
Un menú de “semana ocupada” usando la rotación
- Lunes: lentejas al curry sobre arroz + yogur (una olla + arrocera)
- Martes: cuscús con pesto + guisantes + feta (10 minutos)
- Miércoles: arroz salteado con verdura congelada + huevo (arroz sobrante)
- Jueves: guiso de garbanzos y tomate + pan (noche de despensa)
- Viernes: fideos con mantequilla de cacahuete + pepino (salsa sin cocción)
- Fin de semana: patatas y zanahorias al horno en bandeja + pollo/muslos, más brunch de shakshuka
- Comodín: wraps con lo que quede
Baches comunes (y soluciones)
- “Me aburro.” Cambia dos comidas esta semana, no todo el plan. Cambia la salsa, mantén la estructura.
- “No tengo tiempo.” Haz una media rotación de 5 comidas. Cocina doble y recalienta dos veces.
- “Cocina diminuta.” Comidas de una sola sartén + verdura congelada precortada ahorran espacio y platos.
- “Los precios subieron.” Apóyate más en alubias, huevos y tofu durante dos semanas; mantén el sabor con aceite con chile, limón y hierbas.
- “Olvidé la lista.” Fotografía tu plantilla y déjala fijada en tu app de notas.
Añadidos rápidos que hacen que las comidas baratas se sientan especiales
- Bandeja de acabados: aceite con chile, semillas tostadas, limón, queso rallado.
- Golpe de frescura: un manojo de hierbas o cebolletas una vez por semana rinde mucho.
- Crujiente: tuesta pan rallado en aceite con ajo; espolvorea sobre la pasta o el guiso.
Empieza en 15 minutos
- Elige cinco comidas de la plantilla que ya conozcas.
- Escribe tu lista de la compra predeterminada (copia los puntos).
- Haz una revisión de estante y añade las cinco cosas que se te acaban más rápido.
- Cocina una base (arroz o verdura asada) para preparar la cena de mañana.
- Opcional: fija un tope semanal simple o simplemente cíñete a tu lista predeterminada.
El objetivo no es una planificación perfecta; es tener menos decisiones, costes estables y cenas que funcionen en un martes de cansancio. Empieza con una rotación pequeña, repítela y deja que tu presupuesto se beneficie de la rutina. Si compartes hogar, acordad las diez y pega la lista en la nevera. Cambios pequeños y repetibles—gran alivio en la caja.